La palabra hechizo o de conjuro aparece desde los inicios religiosos por
parte de la Iglesia Católica, debemos tener en cuenta que antes de que los
pueblos conozcan el Catolicismo, siempre tenían un sumo sacerdote o un chamán
que eran los curanderos o intermediarios con los dioses, que a través de sus
rituales podían invocar a el poder de los Dioses para un fin o propósito, para
ello utilizaban diferentes mezclas con planta, sahumerios para lograr con su
magia y conjuros realizar un hechizo.
A si mismo preparaban pócimas donde podían encantar a los hombres o
mujeres que la bebían para tenerlos a su dominio, o también para derrotar a sus
enemigos, existen diferentes tipos de hechizos, los de magia blanca, magia negra,
vudú, macumba, folclórico y el satánico.
Es por eso que la Iglesia a todos estos actos lo prohíbe formando el
Consejo de la Santa Inquisición para que se denominen como actos de brujería y
de blasfemia a la Iglesia siendo condenado los actos de Hechicería con la
Muerte.
Pero con los tiempos nos hemos dado cuenta que científicamente hay
pócimas que se hacen tienen algunos efectos de atracción, de relajarnos pero lo
más importante siempre debemos tener en cuenta que hay escuelas esotéricas de
muchos años que conocen secretos de algunas pócimas o rituales que el ser
humano no podrá describirlo científicamente ya que es difícil de descifrar.
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